SIEMPRE - Que en todo sea Dios glorificado RB 57,9


La lección mas dura de la vida 
es aprender a despedirse..

Elemento alquímico especifico para superar un periodo de luto

Podemos estar en paz con nosotros mismos 
y superar la perdida física de un ser querido...
Para superar la perdida física de un ser querido

La vida dura un cuarto de hora, y en ese precioso tiempo, estamos rodeados de seres hermosos, lindos, ricos, maravillosos...Seres que trascienden su lugar en el mundo para formar parte de nuestra propia alma, nuestra propia esencia, y no siempre somos conscientes de ello. La perdida física, la interrupción momentánea de existencia terrenal de estos seres que la vida nos puso al lado, muchas veces nos llena de angustia extrema, de dolor, de miedos...La muerte, que corta con su filoso látigo los lazos que en vida tenemos, nunca nos encuentra bien parados...Nada nos prepara para la partida de un ser querido, jamás estamos preparados...y mientras elaboramos el duelo, muchas veces las culpas, las frustraciones, los interrogantes nos abruman, nos ahogan, nos hacen morir también un poquito cada día...¿Hice todo lo necesario? ¿Me comporte bien? ¿Debí hacer esto o aquello? o ¿Porque no habré pasado mas tiempo? etc, etc...son algunos de los pensamientos que suelen torturar al deudo y, muchas veces, le convierten la vida en una verdadera tortura. Dicen que nunca valoramos verdaderamente a alguien hasta que lo perdemos, hasta que lo inevitable los alcanza, hasta que las alas de seda de la muerte se los lleva...Creamos o no que sus almas van al Cielo, o que reencarnan, o que van a otros lugares y planos, lo único cierto es que quienes quedamos en este mundo, seguiremos siendo quien ese ser quiso que seamos...Debemos honrarlo, recordarlo con cariño, y tener en cuenta que el amor verdadero, nunca muere, como no muere la conciencia, o el espíritu, las esencias fundamentales que trascienden a la muerte física...Sea cual fuere nuestro credo, nuestra conciencia sobre la vida o la muerte, debemos regocijarnos sabiendo que quien nos ha abandonado, momentáneamente en este mundo material, seguirá siempre vivo en nuestros corazones, y también en el de ellos, pues tengamos siempre presente que el amor nunca muere en nadie que nos haya amado, pues la muerte física es solo el principio a la vida...Superar la dolorosa etapa del luto, en ocasiones requiere de una ayuda externa, ya sea amigos, seres queridos, familiares, o nuestro producto especial para ello...En ocasiones, el dolor necesita de un consuelo adicional, de un suspiro del Cielo, de un abrazo de Dios...Porque la lección mas dura de la vida, es aprender a despedirse.

Juan Carlos Alcaraz - Maestro alquimista

SIEMPRE
ÁNGELES DEL CONSUELO

Este es un destilado maravilloso, sutil, prístimo y dulce; esta elaborado con una formula especifica transmitida por el Arcángel Gabriel a los Ángeles del consuelo que nos acerca el consuelo infinito, ante esos momentos de inmenso dolor, que nos derrama Dios y nuestra adorada Madre María. Los Ángeles del consuelo llegaran presurosos, como las Virtudes, a consolarnos, abrazarnos, susurrarnos inspiradas palabras, caricias Marianas, y nos ayudaran a superar rápidamente el dolor de la perdida, anulando y terminando con los pensamientos obsesivos, los sueños traumáticos, las culpas, los sentimientos autodestructivos, la depresión...Lavarán nuestras lagrimas, nos harán tomar conciencia de la trascendencia del acontecimiento, de su inevitabilidad, nos brindaran paz interior, y volverán a nuestro ser los decretos de vida, de colores, perfume y recuerdos hermosos, sin dolor, culpas ni desesperación...Transmutaran nuestro dolor en sabia resignación, y nuestro abandono momentáneo, en una espera dulce, para que nos demos cuenta, para que tomemos conciencia cierta que, simplemente, no hemos vivido un adiós, sino un "hasta pronto", doloroso y agridulce seguramente, pero jamás traumático o desolador...Porque en algún lugar del Cielo, un día futuro, que solo Dios ya sabe y conoce, ese ser que partió antes, por designios de Dios y la vida, estará esperándonos, cuando también demos ese paso inevitable, y nos esperara sonriente, en plenitud, rodeado de una Luz maravillosa, donde no existen las miserias humanas, ni el dolor, ni las deudas...Y junto a nuestro ser querido, los Ángeles del consuelo para que, luego que volvamos a besar y abrazar a ese ser amado, un instante después, solo un instante después, los podamos conocer y ahí si, ya libres de todo peso, nuestro ser amado nos tome de la mano y nos introduzca, firme y resueltamente, hacia esa Luz, donde veremos nuevamente a todos aquellos seres queridos que nos precedieron ...

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